lunes, 24 de diciembre de 2012

Émile Bravo presentó "Jules 2" en Futurama

Entre las numerosas presentaciones que está realizando la librería Futurama, destacó la presencia del autor Émile Bravo el pasado viernes donde presentó  el segundo integral de "Las asombrosas aventuras de Jules". La presentación corrió a cargo de Álvaro Pons, que hizo una breve introducción sobre Bravo, un autor que formó parte del estudio Atelier Nawak donde tuvo como compañeros a Joann Sfar o Lewis Trondheim, y que con las aventuras epatantes (término que Pons considera más apropiado que "asombrosas") de Jules ha conseguido que sean leídas por un público de 9 a 99 años. Una serie inteligente, donde los niños aprenderán mediante aventuras acerca de la Ciencia y también los adultos, en una época en que el niño está sobreprotegido y las lecturas infantiles son políticamente correctas. Según Bravo, las historias de Jules, mirando atrás en el tiempo,  nacieron en una playa cerca de Cullera donde pasaba sus vacaciones cuando era niño, lo que relató en perfecto castellano.

Émile Bravo es hijo de padre catalán y madre valenciana y pasaban sus vacaciones en dicha playa, donde conoció  a un jóven (en aquel tiempo tendría unos 20 años) que le hablaba de la teoría de la relatividad con toda normalidad, y Émile se preguntaba por qué los mayores no le hablaban de cosas serias. Se ocultan cosas a los niños y de este modo no se desarrollan como personas. Es en la niñez cuando más preguntas te haces, cuando más ganas de aprender tienes, y así se hacía preguntas sobre sus padres (que ya eran bastante mayores) y lo que le pasaría a él cuando murieran, cosas que no te cuentan cuando eres un niño que despertaban su curiosidad. Lo que quiere es tender puentes sobre el abismo que hay entre el niño y el adulto, puentes que han sido derribados para darle libre albedrío al niño. Bravo tiene una teoría sobre por qué el mundo va tan mal, y es que sus gobernantes no han crecido, se han quedado en la adolescencia, volviéndose arrogantes como en esa etapa de la juventud incipiente y así no llegarán a ser hombres. Comparado con los millones de años del Universo, la vida de una persona no es nada, somos polvo de estrellas. 

Así se preguntaba Emile Bravo cuestiones más existenciales, y que no debemos esperar a que alguien haga las cosas por nosotros, como siempre estamos esperando a que los políticos o el Mesías venga a solucionar nuestros problemas. Sobre el álbum de Spirou "Diario de un ingenuo", Emile comentó que quería dar respuesta a preguntas que tenía desde que era niño, como cuándo se conocieron Spirou y Fantasio (dos tipos muy diferentes), o cómo siempre va vestido de botones si no trabaja en un hotel, o por qué no  aparecen mujeres en sus historias, puede que solo haya conocido a una en su vida. No se sabía nada de los personajes, no como en Tintín que en cada álbum se va presentando al Capitán Haddock, o a Tornasol. Otra de las cuestiones que se hacía era la de que Spip (la ardilla mascota de Spirou) tenía conciencia, algo que explica en este álbum,  y otros animales como el Marsupilami no, ya que es simplemente un animal de la Amazonia. También dijo que Spirou era una referencia clara sobre "El botones Sacarino" uno de los personajes que Émile leyó en su infancia, pero que éste si que trabajaba en un hotel. El autor galo en estos momentos se encuentra trabajando en un nuevo álbum de Spirou, que continuará donde acabó el anterior, desembocando en la II Guerra Mundial, donde Spirou se convertirá en un héroe. Mientras tenga algo que contar lo hará, de lo contrario es mejor quedarse callado.  
Tras la presentación, se realizó una sesión de firmas en la que Emile Bravo nos dedicó este Spirou con su ardilla Spip.

2 comentarios:

s e b a s dijo...

Pedazo de dibujo de Spirou. Molaaa...
Saludos :)

Carlos dijo...

La verdad, Sebas, es que Émile Bravo hacía los dibujos bastante rápido a pincel.
Saludos