Segundo volumen y punto final a la historia de "Gothtopía" que ECC ha publicado de forma separada a la serie de Batman, conteniendo los Detective Comics # 28- # 29, Catwoman # 28 y Birds Of Prey # 28 USA. Como vimos en el número anterior, Gotham es una ciudad donde el crimen ha sido erradicado en casi su totalidad, donde los héroes radiantes se dedican a realizar acciones humanitarias, pero Batman se ha dado cuenta que esta realidad no es la que le corresponde y ha sido encerrado en el Asilo Arkham. Gracias a que Hiedra Venenosa no ha percibido por sus toxinas la feliz realidad que les rodea, Batman acude a liberarla de su celda para eliminar la posible toxina que el Espantapájaros ha disuelto de alguna forma en Gotham y que afecta a todos sus ciudadanos.Ambos intentan escapar de Arkham, pero Crane les obliga a pelear con la Bat-familia.
Los dos episodios que se cruzan antes del final de la historia son protagonizados por Catwoman y las Aves de Presa. Selina Kyle vuelve a ver a Steeljacket y se da cuenta de la ilusión que están viviendo, enfrentándose a sus aliados y volviendo a la realidad. Ann Nocenti vuelve a incidir en el aspecto psicológico de Selina y su comportamiento brutal como Catwoman, pero no acierta con los diálogos llenos de tópicos y tampoco aporta nada a la saga, con dibujo de Patrick Olliffe correcto. El otro cruce es con el equipo de las Alas de la Verdad (las Aves de Presa) con una trama que viene de su colección y que afecta de manera tangencial a "Gothtopía", en la que un misterioso personaje le ofrece un antídoto a Canario Negro para salvar a Kurt Lance, a cambio de no interferir con Madre Eve y este personaje. El episodio más prescindible de la saga, con guión de Christy Marx y un buen dibujo de Romano Molenaar y Daniel Sampere que salva el episodio.
Por último, el desenlace verdadero de la trama, con Batman enfrentándose al gas del miedo de Crane, intentando ganar tiempo para hallar el antídoto que revierta la situación, lo que hace de manera un tanto tramposa fingiendo estar sometido a sus ordenes. John Layman finaliza de manera satisfactoria la historia de "Gothtopia", aunque la resolución sucede de manera rápida. El dibujo de Aaron Lopresti es bueno, mejorando con las tintas de Art Thibert. Una historia que se podía haber publicado en un solo tomo sin recurrir a cruces innecesarios que no aportan nada a la saga.
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