El autor francés Fabrice Parme estuvo el pasado miércoles en la librería Futurama de Valencia, tras haber visitado el Salón del Comic de Barcelona y la librería Generación X de Madrid. Estuvo acompañado por Nacho Casanova, que presentó el acto y la editora de Dibbuks Marion Duc, que hizo el papel de traductora. La primera actividad en la que se embarcó Parme fue dibujar el escaparate de la librería, que atrajo a curiosos viandantes y aficionados que esperaban la presentación de "Astrid Bromuro" y "Spirou: Pánico en el Atlántico". Nacho Casanova comenzó preguntando por qué se dedica al comic juvenil, respondiendo Parme que nunca lo ha pretendido, al cabo de los años se ha dado cuenta que era lo que le salía. En sus comics hay varios niveles de lecturas y a los adultos les gustará también pues harán otras lecturas diferentes a los niños. Casanova indicó que su grafismo es muy elaborado, mezclando elementos de los años 50, los 70, ubicado fuera de la estética actual pero sólido. Parme respondió que ha construido así su estilo, una mezcla de cosas de los años 50, del dibujo animado americano y su propio estilo que da como resultado este dibujo.
Casanova comentó que hay elementos tecnológicos pero no como los conocemos, y Parme contestó que en "Astrid Bromuro" quería tener una situación en la que la niña se encontrara muy sola, sin televisión ni móviles, en los años 20 no existía esto, y la editora dijo que los niños no lo entenderían. Parme le respondió que tampoco entenderían que los caballeros llevasen armadura. Muchos álbumes los ha hecho en colaboración con Lewis Trondheim, añadió Casanova, inspirándose en los años 20 llevando una línea de creación propia con "Astrid Bromuro". Preguntó si hay diferencia entre trabajar solo y con otros autores. Parme comentó que obviamente con un guionista tiene que hacer algo de otra persona, hay que adaptarse y narrar lo que le dicta el guionista. Cuando trabaja solo es libre y lo hace de la manera que quiere, "Astrid Bromuro" no la podría hacer con alguien más, y buscó un editor que se lo aceptara y publicara. Es muy importante la comprensión entre autor y editor, que acepte su trabajo y que llegue al público de la forma que pensó.
Casanova preguntó cuántas aventuras de "Astrid Bromuro" tiene pensado publicar, diciendo que de momento en Francia hay cuatro publicados, está trabajando en un quinto y en su ordenador tiene material para 28 historias. Nacho Casanova habló de la narrativa, ya que hay páginas en las que hay que seguir un recorrido. El control de la narrativa está todo pensado y controlado perfectamente para guiar al lector en su lectura, comentó Parme, que tiene una cuadricula para seguir la historia. Cuando era estudiante le dijeron que no era un dibujante, ni un ilustrador, era un compositor; cada elemento (bocadillos, texto) está hecho a propósito para la composición. Para maquetar las portadas trabaja con un diseñador con el que estudió y se entienden a la perfección, ya que tienen los mismos gustos, y le dieron una estética como si fuera un paquete de galletas. Tuvo un profesor que les enseñó a diseñar su propia tipografía, aunque la mayoría de publicistas utilizan las habituales. La rotulación la ha diseñado Parme para la estética art deco de "Astrid Bromuro", y que los niños puedan leerla.
Según Nacho Casanova, el color parece hecho por la misma persona, respondiendo Parme que es su mujer, Veronique Dreher. Estudiaron en la misma escuela de artes aplicadas, trabajó con Kenzo como estilista y llevan mucho tiempo juntos. A pesar de ello, cambia intencionadamente de un proyecto a otro y es lo que tiene gracia, como si repartieras las cartas. Trabajar en "Spirou" fue realmente idea de Lewis Trondheim, que le insistió durante tres años, y cuando Parme tuvo tiempo libre hicieron unas páginas de prueba para Dupuis, y el mismo día que las enviaron les contestaron que harían un álbum. No es que no le gustase, sino que no lo entendía. Qué iba a hacer con Spirou, no le cabía en la cabeza, lo mismo que si le propusieran hacer un comic de Mickey Mouse. Le pregunta Casanova por otros proyectos, y le contesta Parme que tiene más proyectos que años de vida, tiene cajones con miles de proyectos. También le preguntó por su trabajo en animación, que comenzó a los 20 años cuando dibujaba en la revista Pilote y no tenía bastante dinero para vivir. Tenía amigos en estudios de animación y ganó mucho dinero, recibiendo ofertas hasta de Estados Unidos. Después de la presentación se procedió a la sesión de firmas habitual a los aficionados.
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