A pesar del tiempo transcurrido desde su publicación, leemos ahora "La Hija de la Tormenta" de Victor Santos y Sergio Córdoba, publicado por Aleta Ediciones. Se trata de una aventura ambientada en el universo de "Los Reyes Elfos" cuyo protagonista es Jurgen Ulf, quien sirvió a los dioses nórdicos. Durante el asedio de la fortaleza de Nisseheim, hogar de Vordar, por los daeva, aliados de la Mantícora, un personaje se introduce subrepticiamente a través de sus galerías subterráneas, que dan directamente a sus aposentos. Se trata de Jurgen Ulf, quien acude a la llamada de Vordar para hacerse cargo de su nieta Fylgin, la última del linaje de los nisse, a la que debe llevar junto a unos parientes en zona neutral. Ulf le responde que se marche con ellos, aunque Vordar responde que solo les entorpecería. Ulf lleva a la niña de vuelta por el camino subterráneo, no sin antes ser atacado por los daeva, logrando escapar mientras la fortaleza cae. A partir de este momento su viaje se convertirá en una prueba de supervivencia, ya que la niña podría reclamar su trono en un futuro, por lo que la Manticora desea eliminarla. Una emboscada en una posada sirve como excusa para que una mercenaria a las ordenes de la Manticora, Div Kaiumur, secuestre a Fylgin. Ulf tendrá que pelear a muerte para rescatarla, y cumplir con la promesa que hizo a Vordar.
La aventura está presente en el guión de Victor Santos, nada que no hayamos visto anteriormente, así como traiciones y la épica de lucha con espadas, pero es una lectura amena que se hace corta, apenas 46 páginas. No hace falta que sigáis la saga de "Los Reyes Elfos" para disfrutar de esta historia autoconclusiva, cuyo final deja abierta una posible continuación. El estilo limpio de Sergio Córdoba se muestra con fuerza, ayudado por un bitono en tonos verdosos que cambia a rojizo cuando lo protagoniza la Manticora. La caracterización de Jurgen Ulf, como explica Victor Santos en las notas finales, es una mezcla de Clint Eastwood y Arnold Schwarzenegger que Sergio Córdoba lleva a buen término. La portada, excelente, recrea un cartel cinematográfico antiguo. Para los lectores más avezados, descubriremos un cameo de Jordi Bayarri en las escenas de la posada. El tomo se completa con páginas extras a lápiz y tinta, y una ilustración de Ulf y Fylgin por Victor Santos.
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