Nueva novela gráfica del autor leonés Miguel Angel Martín titulada "Saphari", publicada por Reino de Cordelia a finales del año pasado, que ha llegado hasta nosotros gracias al amigo Sebas de "La estanteria de mi casa". Unas manos preparan un veneno en cápsulas, introduciéndolas a continuación en un profiláctico. Una vez finalizada la tarea, vemos como el personaje roba un coche y haciéndole un puente lo pone en marcha y lo estrella contra el escaparate de un establecimiento. Acto seguido, el tipo llamado Sandoval, se traga las cápsulas y espera a la Policía que lo detiene sin ofrecer resistencia. En la cárcel defeca y recupera las cápsulas, con las que prepara en un pequeño spray la sustancia. Durante la hora de la comida, rocía con la solución la bandeja de otro preso, el cual cae fulminado poco después. Tras su breve estancia en prisión sale en libertad, dirigiéndose a la consigna de la estación, a una taquilla que se halla vacía. Buscando empleo le ofrecen una plaza de vigilante en una nave industrial, y una noche llega Belasco, propietario del restaurante Saphari, que utiliza la nave como almacén para los perros con los que hace comidas exóticas, como estofado coreano, invitando a Sandoval al restaurante. En Saphari, Sandoval conoce a Amanda y sus dos hijas, Miranda y Yolanda, que buscan a su pequeño perro perdido, entablando una amistad que desemboca en un encuentro amoroso. Miranda y Yolanda se dedican a pegar carteles por la calle buscando a su perro, pero Miranda se marcha al local de una sociedad animalista que planea intervenir en el restaurante por cocinar animales. Poco después, Yolanda recibe en casa un paquete misterioso, que contiene la cabeza de su perrito, llamando a su madre y denunciándolo a la Policía. Belasco acude con Sandoval a una pelea clandestina de perros, en la que se apuestan sumas elevadas de dinero, narrando ambos diversos hechos ocurridos en el pasado ya que apenas se conocen y Sandoval oculta algo que le convirtió en lo que es ahora.
En este nuevo trabajo tras "Playlove", publicado hace doce años, Miguel Angel Martín explora un tema como la gastronomía exótica, y otros recurrentes en su obra como la muerte, además del sexo que siempre se halla presente de una manera u otra. También es una crítica a la sociedad, denunciando el maltrato a los animales, o algunas actitudes como la del movimiento animalista al que pertenece Miranda, que es capaz de renunciar a su familia para lograr sus fines.Tenemos intriga por parte de Sandoval, un tipo que esconde un secreto del que sabremos a medida que avanza la historia. El dibujo limpio y perfecto de Miguel Angel Martín nos presenta esos escenarios futuristas a los que nos tiene acostumbrados, en el que hace un guiño a sus personajes de "Big Whack", en contraste con lo que nos cuenta, que resulta sordido y turbio, a la vez seña identitaria del autor, dejando un final abierto que puede continuar en un futuro. Hemos de destacar la edición que realiza Reino de Cordelia, con un papel de alto gramaje, realzando el dibujo en blanco y negro de Martín, así como un prólogo de Rubén Lardín y varias páginas a lápiz del cómic.
No hay comentarios:
Publicar un comentario