Dentro de los números autoconclusivos "Batman: Un mal día" que publica ECC en España, le toca el turno a Bane con Batman - One Bad Day: Bane #1 USA. En la actualidad, Bane es el campeón del mundo de lucha libre, ganándose la vida con sus combates. Tras uno de sus espectáculos, se encuentra en su mansión donde un joven entra con la intención de entregarle una muestra de la droga veneno, de la que Bane consiguió escapar. El joven conoce un lugar en Texas donde se sigue fabricando y en el que trabaja como repartidor. Su inventor, el doctor Randolph Porter lo creó para dotar de supersoldados al ejército pero Batman se interpuso. El doctor murió por una sobredosis de veneno lo cual no impidió que se siguiera experimentando, caso de Bane, el cual destruyó todo rastro de veneno, hasta el momento. Ahora Bane le pide a su nuevo amigo que le lleve hasta el laboratorio, y durante el trayecto Bane le cuenta a su acompañante cómo Batman le ayudó a destruir todo el veneno que encontraban. En una pelea contra Grudge cargado de veneno, tuvo que matar a Batman para eliminarlo y así el Murciélago se sacrificó. Al llegar al laboratorio, Bane y su amigo son hechos prisioneros, descubriendo quién se halla tras todo ello.
El guión de Joshua Williamson logra construir una buena historia para Bane, en la que el antihéroe, ya no es un villano, es el protagonista de la historia, apareciendo Batman de forma tangencial mediante el uso de flashbacks. En este caso, descubrimos cuál fue ese "mal día" para Bane, algo que se ha convertido en el peor día de su vida. El acto de destruir los remanentes de veneno es como un acto de redención y en lo que se centra la historia, por lo que Williamson explora al personaje en retrospectiva, aunque falla en la trama de la madre de Bane. Por parte de Howard Porter, si bien su dibujo no es malo, resulta recargado, como en los comics de los 90 y en la actualidad su estilo presenta un trazo más duro que el detalle que utilizaba en la JLA, por ejemplo. Como muestra de lo recargado, hay páginas en las que lleva una sobrecarga de viñetas, incluso de un tamaño mínimo que no puedes ver bien lo que hay en su interior. El color de Tomeu Morey se adapta a cada escena, ya sea en la mansión de Bane, el árido paisaje de Texas o la oscura Gotham. Un entretenido comic, a pesar de algunos detalles menores que no entorpecen su lectura.
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