Como hemos dicho, es una continuación de las aventuras de los Hijos del Tigre, quienes tras una confrontación entre ellos y deshacerse de los amuletos que les otorgaban habilidades especiales, fueron hallados por el joven puertorriqueño Héctor Ayala. Tras colgar de su cuello las garras y la cabeza del tigre, con un fulgor se transforma en el Tigre Blanco, sin recordar nada después, pero al intentar quitarse los amuletos, le invade un dolor insoportable. Mientras se ha convertido en el Tigre Blanco, se ha enfrentado a una pandilla en el depósito de trenes del Bronx Sur, donde el guardia encargado de vigilar ha disparado sobre un miembro de la banda, apenas un niño, con el resultado de su muerte. La Policía sigue la pista hasta dar con Héctor en su casa al que consideran sospechoso del crimen, donde vive con sus padres y hermana, huyendo para esclarecer los hechos y encontrando al Merodeador. Después de una breve pelea, la Policia los descubre y le comunica que han retirado los cargos ya que el Tigre no cometió el crimen, conociendo al detective D´Angelo. Otro personaje, el detective privado Blackbyrd, también busca al Tigre ya que ha reconocido los amuletos de los Hijos del Tigre en unas fotos publicadas en el Daily Globe. A continuación, aparece Jack Hart, la Sota de Corazones, quien cree que el Tigre forma parte de una banda que mató a su padre para hacerse con el Fluido Cero, un limpio y potente combustible líquido. Para salvar su vida, Hart escapa cayendo en el fluido y otorgándole poderes que le convirtieron en la Sota de Corazones. Tras pelear ambos, la Sota es ingresado en el hospital, donde intentan secuestrarlo los miembros de la Corporación, evitándolo el Tigre junto con Blackbyrd y D´Angelo. Ahora la corporación irá tras el Tigre, por lo que intenta quitarlo del medio con una bomba camuflada en una pelota de tenis, causando la muerte de una joven llamada Cheeky. Esta muerte provoca disturbios en el vecindario, con sus habitantes contra el Tigre, sofocados por la Policía. El Tigre, con ayuda de la Sota de Corazones irá tras la Corporación, una vez aparece Filippo, el hermano de Héctor, drogadicto a quien han colocado una bomba que explotará si no entrega una carga de opio ilegal. El Tigre Blanco y Sota de Corazones contarán con la ayuda de Puño de Hierro y Shang Chi en su intento de desmantelar a la Corporación. Por otra parte, los desbandados Hijos del Tigre se hallan cada uno en diferentes lugares del globo. Abe Brown se disponía a pasar unas vacaciones en Argelia cuando su avión cae en el desierto del Sahara, a causa de unos delincuentes que se quieren hacer con el contenido de su maleta, a quien una mujer misteriosa dió el cambio en el aeropuerto. Bob Diamond se encuentra rodando una película en Canadá, cuando una avalancha de nieve lo deja sepultado, y el equipo de rodaje, tras buscarlo desesperadamente lo da por desaparecido. Lin Sun y Lotus buscan trabajo en la ciudad a la vez que se enteran de la desaparición de sus dos amigos, intentando por todos los medios encontrarlos.
Los guiones de estas historias del Tigre Blanco corren a cargo de Bill Mantlo, un hábil escriba de la Casa de las Ideas, que dio un enfoque más aventurero y urbano que a los Hijos del Tigre, de los que escribió varias historias alternando con otros guionistas. En estos números se tratan temas como el racismo, las luchas de clases o las drogas, donde el protagonista se siente incapaz de escapar a su destino, ya que si intenta quitarse los amuletos le provocan un dolor extremo. Tras el cierre de Deadly Hands Of Kung Fu, las aventuras de Hector Ayala transcurrieron en Peter Parker: The Spectacular Spider-Man, donde se cerraron algunas tramas (con unas historias de complemento por Roger Stern), aunque otras como las de los Hijos del Tigre fueron apareciendo en distintas colecciones como Power Man & Iron Fist. En los números con Spiderman que se incluyen en este volumen, tiene primero el típico enfrentamiento para terminar siendo amigos, y más tarde ayudó al Trepamuros en la saga de Carroña, estos ya no se han incluido. En cuanto al apartado gráfico el estupendo trabajo de George Pérez y su dibujo realista se ve complementado por la aparición de otros artistas como Keith Giffen, Gil Kane, Jim Sherman, Ron Wilson o Joe Staton, que dan una sensación de homogeneidad, así como Sal Buscema en los números compartidos con Spiderman. Para terminar se completa el comic con las portadas del magazine, algunas de ellas auténticas obras maestras de Earl Norem o Bob Larkin, y artículos dedicados al cine de artes marciales, que se incluían originalmente en el magazine y que a estas alturas apenas tienen relevancia, solo para ver la cantidad de films que se estrenaron en aquella época, fruto de una moda pasajera.
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