Nos acercamos al final de la miniserie "Batman: La maldición del Caballero Blanco" publicada por ECC en España, con este sexto número que incluye Batman: Curse Of The White Knight #6. Como vimos en el número anterior, Azrael entra en el nuevo Arkham, con un uniforme-armadura, para rescatar al Joker, mientras Bruce queda con Harley para que le espere en la UAG, sin que esta le mencione el secreto que le confesó Napier. Por otra parte, Montoya y Duke descubren los cuerpos de Bane y Ruth, así como en un disco duro que se salvó del incendio, información del bat-uniforme que lleva Azrael y sobre las Ëlites. Batman conoce al historiador de la Orden de San Dumas, el cual le narra la historia real que no cuenta el diario de Edmond Wayne, en la que Bakkar debía traer la paz a Gotham, controlada por delincuentes. Para ello se hacen pasar Edmond y él como criminales, infiltrándose entre los mismos y dejando que Edmond se corrompiera, para quedarse con toda Gotham y finalizando por Laffy Arkham dejando el camino libre a Bakkar para quedarse con todo. Mientras tanto, Azrael y el Joker atacan con lanzagranadas la sede de la UAG secuestrando a los bebés de Harley, hiriendo a esta levemente y marchando al antiguo Arkham. Una vez allí, Batman se enfrenta a Azrael, mientras Harley hace aflorar la personalidad de Napier para salvar a sus hijos. Batman sabrá por fin el secreto del cuerpo enterrado junto a Laffy, por medio del Joker, y durante la pelea queda herido por la espada de Azrael, siendo Harley la que salve a Bruce de manos del Joker, con un acto inesperado.
A medida que nos aproximamos al final de la miniserie, Sean Murphy nos entrega un número repleto de información y revelaciones, revelando la identidad de la figura del miembro de la Orden de San Dumas. Conoceremos quien está enterrado junto a Laffy Arkham, otro sorprendente giro argumental, que conecta con el primer número de la miniserie. Y veremos cómo Harley protege a sus hijos antes que al hombre al que ama, Jack Napier, con un desenlace inesperado. Un número en el que encontraremos acción, respuestas a varias cuestiones, con un Sean Murphy ilustrando de forma esplendida y con brillantez, además del coloreado en tonos grises y rojizos a cargo de Matt Hollingsworth, que lo convierte en uno de los mejores números en lo que llevamos de miniserie.
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