Con este número doce finaliza la serie "Batman y Robin", que ha publicado ECC en nuestro país, conteniendo los Batman & Robin #38-40 y Batman & Robin Annual #3 USA. Como vimos en el anterior número, Robin ha adquirido superpoderes debido al cristal del Fragmento del Caos con el que ha sido resucitado. En su pelea contra Kalibak, hijo de Darkseid, se da cuenta de ello y ahora hace uso de dichos poderes en su labor como Robin a regañadientes de lo que le ordena Batman. Se expone demasiado al peligro, pero estos poderes le van a hacer recuperar algo que había perdido muy ligado a sus orígenes. También se enfrentará a los villanos de Gotham metiéndoles el miedo en el cuerpo, pero Bruce descubre que los poderes son erráticos. Realizan una misión junto con la Liga de la Justicia en una isla de Japón en la que ha aparecido una criatura bajo tierra. Conocerá a Superman, Shazam y Wonder Woman con los que trabajará en equipo, pero todo resulta demasiado fácil y rápido. Despedimos a una de las mejores series que hemos podido leer en estos "Nuevos 52" y en la que el equipo creativo de Peter Tomasi y Patrick Gleason se ha mantenido desde el principio, con alguna ayuda de otros autores. La relación como padre e hijo entre Bruce y Damian ha sido la tónica recurrente en los guiones de Tomasi, recordando que en el fondo, Damian es un niño. El dibujo de Patrick Gleason es digno de admiración y de mantenerse durante toda la etapa al frente, si exceptuamos esas pequeñas ayudas que ha tenido como las de Andy Clarke, Lee Garbett, Doug Mahnke o Andy Kubert, y las tintas de Mick Gray o el vivo colorido de John Kalisz. Una buena forma de decir adiós.
El Anual que completa el tomo es una aventura espacial, mientras Batman se encuentra de guardia en el satélite de la Liga de la Justicia. Robin se halla en la mansión con Alfred, e intenta recomponer un transportador para trasladarse al satélite, logrando su empeño. Mientras observa los monitores de la superficie lunar, ve algo que no debería ocurrir: hay luz en uno de los módulos de alunizaje de las misiones Apolo. Cuando se acercan a investigar, descubrirán que no están solos. Tomasi de nuevo se recrea en los diálogos entre Batman y Robin, añadiendo algo de misterio a la aventura en la Luna. En este número se cuenta con el dibujante español Juanjo RyP, que realiza un buen trabajo con su estilo clásico y detallista, destacando especialmente las escenas con paisajes lunares. Entintan algunas páginas los también españoles Jordi Tarragona y Juan Albarrán, que siguen el trazo de RyP a la perfección sin apenas distinguirse.
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