Comienza un nuevo arco argumental en el tercer volumen de "Detective Comics" que publica ECC en nuestro país, titulado "El Sindicato de Víctimas", con los Detective Comics #943-945 USA. En el edificio de Empresas Wayne aparecen unos extraños seres que irrumpen en la sede y asesinan a tres guardias de seguridad, sin llevarse nada más. Batwoman confronta la información con Montoya, quien se encuentra investigando el caso, mientras Batman hace una visita al coronel Kane para obtener más datos sobre la Colonia sin resultados. Stephanie se encuentra sufriendo la pérdida de Tim, como vimos en el número anterior, recibiendo apoyo por parte de Harper Row. Esa misma noche se celebra una gala benéfica a favor de la Policía, a la que asiste la Bat-familia y también el Sindicato de Víctimas. Este se ha formado por personas que sufrieron daños colaterales mientras Batman luchaba contra los villanos de Gotham, y responsabilizan al Hombre Murciélago de las víctimas inocentes que ha dejado atrás, mientras que la la Policía le apoya. El Sindicato pretende que Batman sea desenmascarado y no vuelva a actuar por su cuenta, amenazando con atacar a todas las personas que le apoyan, empezando por Stephanie a la que uno de los miembros del Sindicato envenena con sus fluidos sin llegar a matarla. Batwoman descubre quienes son los miembros del Sindicato, excepto la identidad de su líder, la Primera Víctima, mientras éste hace una visita a Stephanie en la clínica de la Dra. Thompkins donde se recupera del ataque. Thompkins hace una evaluación psicológica en la base del Campanario a los compañeros de Batman, mientras que el Sindicato ataca la clínica, donde se encuentra Jean-Paul Valley prestando servicio a la espera de refuerzos. Por último, Stephanie tras la evaluación y decirle a Batman lo que la Primera Víctima le comunicó, recibe una visita inesperada.
James Tynion IV se centra en los personajes con sus diálogos sin hacerse pesados, ofreciendo mucha información sobre ellos explorando su drama, mientras que las escenas de acción son breves y en su justa medida. Álvaro Martínez se ocupa del primer número, con su buen hacer habitual, al igual que hace Eddy Barrows en el segundo número. En el tercero se reparten el trabajo entre Al Barrionuevo y Carmen Carnero, con diferencia en su trabajo ya que uno opta por un estilo como realizado en acuarelas y la otra por un trazo más tradicional. Descubrimos un pequeño gazapo entre el segundo y tercer número, ya que en los asientos de la mesa de reuniones los símbolos de cada héroe desaparecen de un número a otro.
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