III Jornadas ComicVLC: Miguelanxo Prado

Para finalizar las III Jornadas de Comic de Valencia, el domingo por la mañana tuvo lugar una charla sobre el proceso creativo de "Ardalén" a cargo de Miguelanxo Prado, acompañado por César Nieto. Al comienzo de su intervención, Miguelanxo Prado agradeció a la Asociación Valenciana del Comic que le hubieran invitado a las Jornadas de Comic de Valencia, pues lo que están haciendo es muy meritorio. La concepción de la Cultura se comparte y las actividades de la Asociación deberían contar con apoyos institucionales, pero solo cuentan con la voluntad de la Asociación y de los que han colaborado. Ya entrando en materia sobre "Ardalén", en conversaciones de cafetería le comentan amigos que se les ocurren ideas para una obra, pero a él no se le ocurren tantas. "Ardalén" ha sido una especie de autoayuda para él, ya que según un estudio de una universidad americana, en el interior de cada pelusa, esas bolas que se hacen en los rincones de las casas, hay un pelo. Alrededor del pelo se va conformando la pelusa que va creciendo, y ahí está la explicación: a ese pelo, sin que él se de cuenta, se le van pegando trozos de otras cosas y en la pelusa reconoce sus historias. El comic nace de unos apuntes fechados en agosto de 1993, y se quedaron en un cajón hasta que en 2002 los vuelve a redescubrir. El proceso de conversión de datos en nuestra cabeza le parece sorprendente y es su primer contacto con cosas de la memoria. Si no encuentras los apuntes siempre puedes recrearlos, pero no es lo mismo, y en un cuaderno Miquelrius de lomo de tela va anotando cosas de todo tipo, escenas relevantes o trocitos de diálogo, y excepcionalmente, con la historia desarrollada, bocetos de personajes. 

Escribir es un proceso lento para él, y dibujar es todo lo contrario, siempre ha estado dibujando y le costó mucho entender que fuera una profesión. Cuando hace comic es para contar una historia y huye de meter en ella dibujos que no tengan sentido. Lo primero que creó fueron los escenarios de "Ardalén", con la casa de Fidel y luego los bocetos del personaje que cambió de los iniciales. El personaje de Tomás estuvo claro desde el principio pero el resto fue cambiando. A continuación, la técnica que encaja con la historia que quiere contar. El color es el código con el que se maneja y forma parte importante, que encaje de manera natural y fluida. Le gusta dibujar sobre superficies que tengan un color, como el papel blanco, aunque luego le pueda añadir blancos. Cuando lo tuvo claro, el chorreo de ideas fue contínuo, tenía clara la imagen de los personajes. La memoria visual es muy peculiar, pues en los dibujos del bar hay elementos que el ojo registra pero la memoria no lo hace, por ello hace un plano con los elementos en su lugar. Cuando tiene todos los elementos hace la planificación. El lápiz es infinitamente mejor que el resultado final, lo hace en páginas con bocetos muy pequeños, y le funciona. Utiliza polícromos de Faber Castell, un lápiz con mucho pigmento, blando pero no tanto para perder la línea sobre papel, de tipo Cansom Mi-Teintes y da un negro intenso. 

Sobre este negro le dio puntos de blanco sobre el papel gris. Metía trozos de color aleatoriamente y al dar las primeras aguadas la daba a las páginas acabadas aspecto de fotografía antigua que encajaba con el tema. Los errores los corrige digitalmente si hace falta, en "Ardalén" hay algunos fallos de racord que corrigió. Para las portadas dijo que saldría igual en todos los países en que se publicara, pero en Francia le pusieron pegas en la editorial y al final negociando cambió el dibujo de la portada falseándolo un poco. La segunda edición para todo el mundo es la ilustración de la portada francesa. Para crear "Ardalén" ha tardado tres años y medio, casi cuatro, con jornadas de ocho, diez, doce y hasta catorce horas, respetando los domingos, y al editor le convenció de que se publicara con marcapáginas, de color verde. Una interesante charla sobre el proceso de creación de "Ardalén", que cerró las III Jornadas de Comic de Valencia.