Gotham News: Crónica Salón del Comic de Valencia 2020

lunes, 2 de marzo de 2020

Crónica Salón del Comic de Valencia 2020

La primera edición del Salón del Comic de Valencia se celebró el pasado fin de semana en Feria Valencia, organizado por la misma Feria, desmarcándose de las dos anteriores ediciones que fueron organizadas por Héroes Comic Con. La clara vocación continuista ha llevado a programar autores de comic y actores de series de televisión, y aunque ha recibido numeroso público, no ha llegado a ser tanto como los años anteriores. Hablo de la zona de comic, la de actores no es de lo que aquí tratamos. Según la organización, han pasado 25.000 personas durante el fin de semana. Quizá la falta de autores internacionales haya reducido el número de visitantes, pues otros años aficionados de fuera de Valencia se desplazaron para ver a diferentes autores como Howard Chaykin, Yanick Paquette, Chris Sprouse, Brian Stelfreeze, Mike Zeck o Esad Ribic.

Brian Azzarello

Este año la presencia internacional más concurrida en visitantes ha sido la del guionista Brian Azzarello, y en el apartado nacional la de Salva Espín, creador del cartel de la presente edición, quienes registraron largas colas de aficionados. En cuanto al resto de invitados, autores nacionales y locales que son más fáciles de encontrar en otros eventos y presentaciones que se celebran en Valencia y muchos de ellos repetían del año anterior. Habría que pulir algunos detalles para próximas ocasiones, una de ellas el precio de las entradas, algo elevado, que tira para atrás a mucha gente y en Valencia los aficionados al comic somos contados. Si se quiere atraer a más público, aparte del aficionado a las series o al cosplay, se podría reducir el precio de las entradas, ya que no somos ni Madrid ni Barcelona. También la forma en que se acreditó a los autores tuvo su polémica, pero rectificaron a tiempo.

Salva Espín

La falta de horarios de firmas de autores el primer dia, que no aparecían por ningún lado, se subsanó el sábado y domingo desde primera hora, incluso se publicó en redes sociales. En el stand de firmas de la organización resultaba molesto tener al lado una pantalla donde se practicaban bailes con una música a todo volumen, ¿no había otro lugar donde colocarlo? El Artist Alley era literalmente un callejón de artistas, con muy poco espacio para pasar en el pasillo central. Pequeños detalles que sirven para que no se repitan de nuevo en años venideros. Por lo demás, un salón cómodo, sin agobios, poco tiempo de espera en las firmas de autores, exposiciones con originales y reencuentros con amigos.