Segundo volumen de la serie de "Catwoman" publicada en España por ECC, que recopila los Catwoman #7-13 y Catwoman Annual #1 USA. Como vimos en el primer volumen, Selina se ha instalado en la localidad costera de Villa Hermosa tras abandonar a Bruce Wayne antes de la boda, recibiendo la visita del Pingüino quien le encarga el robo de una reliquia antigua, y para convencerla le entregará una carta de su amiga Holly al terminar el trabajo. Selina acepta contrariada, mientras su amigo Carlos y la tia Linda cuidan de su hermana Maggie, pero Raina Creel busca el mismo objeto para obtener un elixir vital, con el que trae de nuevo a la vida a su hijo fallecido Adam. Catwoman entra en un edificio abandonado donde le esperan unos zombies y una mujer que custodia la reliquia, avisandole que contiene un mapa que solo causa problemas, pero Selina hace caso omiso del aviso, arrebatándole el objeto tras una pelea. Estos dos números están dibujados por Elena Casagrande y Fernando Blanco, repartiéndose las páginas.
Después tenemos un par de fill-ins sin relación con la trama principal. En el primero se comete un robo en la tienda de empeños de Carlos, sabiendo que todos los objetos robados caen en manos de un perista de Chinatown llamado "El Broker", por lo que Catwoman traza un plan para hacerse con lo sustraido. Para ello llama a varios amigos suyos con los que recuperará un objeto especial para Carlos, conociendo al detective Dean Hadley, que sabe quien es en realidad Selina, diciéndole que no se interponga en su camino ya que prepara la detención de "El Broker". Aquí el guión corre a cargo de Ram V, en una historia a lo "Oceans Eleven" y el dibujo estilo amerimanga de John Timms.
En el siguiente número Selina acoge a unas adolescentes de la calle y les enseña a valerse por si mismas cometiendo pequeños robos, apareciendo tres de las chicas asesinadas, y las pruebas la incriminan a ella. Según relata una de las jovenes que sigue viva, quisieron demostrarle a Selina de lo que eran capaces, pero Catwoman investiga por su cuenta para encontrar a la responsable. La historia de Joelle Jones para el Annual está contada desde varios puntos de vista, a modo de documental y se aparta del resto de tramas de la colección para ofrecer algo distinto, con Elena Casagrande, Hugo Petrus y Scott Godlewski en el apartado gráfico.
Tras este interludio se retoma la historia de la reliquia, cuando Catwoman le hace entrega de la misma al Pingüino pero como siempre, intenta quedarse con todo. Tras una pelea, el Pingúino se hace con una piedra preciosa de la reliquia y Catwoman se lleva el objeto, pero hace falta otra pieza para que esté completa, una máscara que encaja perfectamente. En una subasta, Selina se hace con ella gracias a la ayuda de Carlos y su amigo James, un pintor especializado en falsificaciones que ha hecho una réplica de la máscara para hacer el cambio. Raina Creel quiere hacerse con la reliquia pues el mapa que muestra la misma indica una serie de puntos donde se encuentran estanques curativos que ofrecen la inmortalidad y para obtenerla encarga al detective Yilmaz que secuestre a la tia Linda, para canjearla por el objeto. En estos números remonta la historia, haciéndose más atractiva con el misterio que guarda la reliquia y en los que Joelle Jones avanza la trama después de esos dos números de relleno que son una distracción para el lector. En cuanto al dibujo, Fernando Blanco se encarga del primer número al completo, alternandose en el resto con Hugo Petrus compartiendo páginas, y tres de ellas realizadas por la propia Joelle Jones en el último número.
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