La editorial zaragozana GP Ediciones, en su afán de dar a conocer a los artistas aragoneses de cómic, publica "La noche perdida de Luis Buñuel" en colaboración con el Gobierno de Aragón, con una historia basada en la estancia en Estados Unidos del cineasta turolense.
Buñuel se encuentra en Estados Unidos en 1946, exiliado desde la Guerra Civil española, buscando trabajo como director de cine. Hasta el momento ha sobrevivido grascias a montajes de películas y doblajes, pero el dinero se le está acabando y necesita mantener a su esposa e hijos. En una fiesta encuentra a su amiga Denise, que se preocupa por su situación, lamentando el talento desaprovechado de Buñuel por los estudios de cine americanos. Buñuel le comenta que ha visto aparcado el coche de Darryl Zanuck e intenta hablar con él, pero no aparece. Le pregunta al chofer y este le dice que el señor Zanuck se ha marchado en taxi, ya que el vehículo se ha estropeado. El chófer intenta arregarlo, mientras Buñuel se marcha a pie con unos amigos a un local cercano. Siente como si hubiera bebido más de la cuenta, y de repente se le aparecen sus amigos Dalí, Pepín Bello y García Lorca, y piensa que lo ha soñado. En la pueta del local aparece Larry, el chófer de Zanuck, que ha podidio arreglar el automóvil, ofreciéndose a llevar a Buñuel a casa, pero esto será el principio de una larga noche en la que el vehículo servirá como taxi y coche fúnebre, visitarán una casa de citas, serán perseguidos por un misterioso vehículo y conocerá a Darryl Zanuck en persona.
La historia de "La noche perdida de Luis Buñuel" se desarrolla tras huir de España el director de cine a causa de la Guerra Civil, situándose en una época en la que no tiene trabajo y desesperadamente lo busca para mantener a su familia. Basándose en hechos reales, Queco Ágreda formula un guión entretenido en el que la acción se desarrolla durante el espacio de tiempo de una noche, en la que van sucediéndose peripecias ficticias como en el film de Scorsese "Jo, ¡qué noche!", además de alguna escena surrealista como la de los tres amigos españoles de Buñuel, fruto del alcohol.
El equipo artístico lo forman Javier Ortiz al dibujo y Guillermo Montañés al color, ambos publicando por primera vez una historia larga, tras foguearse en fanzines. Ortiz posee un estilo cartoon, que le viene bien a la historia en tono de comedia, diferenciando a los personajes perfectamente, aunque los fondos en muchas ocasiones son inexistentes, y algunas viñetas se repiten cambiando la posición del personaje. Recae la tarea en Guillermo Montañés de finalizarlo con texturas, o simplemente a color en tonos oscuros. Contiene un apéndice en el que se explican distintas referencias utilizadas en el comic, lo que aporta más información a la historia.
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