La Fundación Divina Pastora anuncia el fallo del IV Premio de Novela Gráfica Social.
Manuel Antonio García Iglesias, bajo el pseudónimo “Mandrágora”, y José Salvador Barroso Gil,
bajo el nombre “Zarva Barroso”, son los ganadores ex aequo del IV
Premio Divina Pastora de Novela Gráfica Social, tras el fallo del jurado
formado por Antonio Ortiz “Ortifus” y Sento Llobell, dos grandes figuras del cómic; Álvaro Pons, crítico y divulgador del cómic, y Rosa Laparra, gerente de la Fundación Divina Pastora.
Manuel Antonio García ha ganado este
premio por “La batalla de Esquizo”, una obra que relata el pasado y el
día a día o el “cómo fui” y el “cómo sigo siendo” de un personaje
llamado Roberto que padece esquizofrenia.
La otra novela gráfica premiada ha sido
“Don Barroso”, de José Salvador Barroso, que rinde homenaje a su padre,
músico perteneciente a una banda de música. Tal y como expresa, la
historia refleja paralelismos entre los últimos días de vida del
personaje y la demolición del edificio de la sociedad musical que le
acompañó durante toda su vida. Refuerza la relación entre esta
demolición y la destrucción de la música en un sentido más amplio y
metafórico y todo esto con el personaje.
Rosa Laparra, gerente de la Fundación Divina Pastora,
ha destacado la “gran calidad” de las obras presentadas, “una constante
en todas las ediciones de este premio que reconoce aquellas obras que
promueven el uso del dibujo en la novela como medio artístico de
expresión y que trata de fomentar la concienciación social. De hecho,
por primera vez en la historia de este galardón, hemos dado un premio ex
aequo debido a la dificultad de elegir un único autor ganador por los
excelentes proyectos, tanto por el guión como por el dibujo, que han
participado”.
Manuel Antonio García y José Salvador
Barroso se suman a Tyto Alba, Carlos Portela y Sergi San Julián y Carlos
Maiques, ganadores de este premio en años anteriores con obras que
reflejan diferentes temáticas de inclusión e integración social y
medioambiente.
En 2013, el ganador fue Tyto Alba
con su novela “Los niños invisibles”, que retrata el día a día en los
orfanatos de Guatemala, a través de historias como la de Darwin, un niño
que perdió su pierna al ser atropellado por un camión y que fue
abandonado por su madre o la de Joceylin, una niña sin papeles que el
Gobierno no reconoce. En su segunda edición (2014) el premio recayó en Carlos Portela y Sergi San Julián por
“La cuenta atrás 2”, un trabajo inspirado en la catástrofe del Prestige
que, además, suponía la segunda parte y el final de la novela gráfica
que tiene el mismo nombre. Y por último, en su tercera edición (2015), Carlos Maiques
se llevó este galardón por “Yaru y el doctor Noguchi”, una historia que
trata sobre integración, inclusión social y cultura para aprender a
través de los viajes.
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