miércoles, 24 de abril de 2019

"El enigma de Sagarmatha" por Ortolá, Tafalla y Jota

Alrededor de una historia real se ha creado la trama de "El enigma de Sagarmatha", comic en formato álbum realizado por Ortolá, José M. Tafalla y Jota, publicado por la zaragozana GP ediciones.
Los escaladores británicos Irvine y Mallory comenzaron la ascensión del Everest (conocido como Sagarmatha en Nepal)  en junio de 1924. Esa fue la última vez que se les vió, ya que desaparecieron y nunca se supo lo que ocurrió, si alcanzaron la cima o no lo consiguieron. Una década después, un equipo de expedicionarios alemanes enviados por el Führer intentan el ascenso a la montaña, en cuyo equipo se encuentra la cineasta Leni Riefenstahl que plasmará en un documental la hazaña, a mayor gloria de Alemania. Acompañados por los sherpas, el grupo comandado por Herr Buffa, inicia el camino con los problemas de aclimatación como el mal de altura, trastornos digestivos y las temidas avalanchas. En el monasterio de Tengboche reciben alojamiento, explicando al lama el motivo de su viaje y tras descansar esa noche prosiguen su viaje para montar el campamento base, no sin antes tener Buffa un pequeño enfrentamiento con uno de los monjes, con el rostro desfigurado. Mientras ascienden por un glaciar, el equipo sufre un accidente con pérdidas humanas, y en ese instante uno de los sherpas comenta que no son los primeros en llegar a la cima. Hace diez años, mientras estudiaba en el monasterio escuchó que los monjes encontraron a un británico herido que decía venir de la cumbre. Esto hace enfurecer a Herr Buffa, echando por tierra sus ilusiones de ser el primero en llegar a la cima del Everest, con trágicas consecuencias.

El guión de Ortolá y José M. Tafalla relata en torno a una leyenda una historia de aventuras con nazis, y un misterio que nunca se llegó a descubrir sobre los primeros escaladores que llegaron a la cima. A pesar de esta interesante premisa, el comic se queda en una lectura agradable, ya que no profundiza mucho en sus personajes en sus casi 70 páginas. Por el contrario, el dibujo de Jota es una mezcla entre realista y cartoon que funciona bien en la historia, con momentos dramáticos y algunos toques de humor. En algunas páginas la reproducción no ha sido buena (es en blanco y negro), dejando los negros en grises, lo que se nota en comparación con el resto del álbum a excepción de la escalada en el glaciar que se supone el efecto del hielo es gris. Quitando de estos ligeros errores, su lectura es amena y podrás pasar un rato entretenido sin más pretensiones.

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