La nueva entrega conjunta de Ed Brubaker y Sean Phillips lleva por título "My Heroes Have Always Been Junkies" (que podría traducirse por "Mis héroes siempre han sido yonquis") publicada por Image y por el momento sin planes de aparecer en España. Nos hallamos ante una novela gráfica de "Criminal", la serie de género negro perpetrada por ambos autores, en la que nos presenta a Ellie, una joven que es internada en una clínica de rehabilitación por su "tío", como nos lo presenta. Allí entra en el programa de charlas conjuntas con otros drogadictos donde conoce a Skip, un muchacho que debe permanecer limpio hasta los 21 años en que cobrará un dinero heredado de su abuelo. Surge entre Ellie y Skip una atracción sentimental, mientras hacen escapadas nocturnas para fumar cigarrillos que Ellie va robando a los doctores de la clínica. Su maestría en robar es heredada de sus padres, ambos fallecidos, ya que su padre estuvo encarcelado y su madre además era adicta a la heroína. Ellie fue recogida por un familiar que se hizo cargo de ella. Al morir su madre le entregaron a Ellie una caja con sus pertenecias, entre las que se hallaban cartas de su padre y una cinta de cassette grabada por su madre con música para su padre encarcelado cuando estaba embarazada. En ella hay canciones de Billie Holliday, Gram Parsons o Elliott Smith, con el denominador común que todos estos artistas eran yonquis. Ellie idealiza su forma de vida, ya que las drogas les ayudaron a lograr su creatividad. Durante el tiempo de visita, Skip recibe a un hombre trajeado, que Ellie cree ser su padre, pero más tarde le cuenta que no es él. Una noche, Ellie convence a Skip para escapar del centro, huyendo e iniciando un romance, pero la presencia de un par de tipos siguiéndoles alerta a Ellie cuyas motivaciones no quedan claras, pareciendo ocultar algo.
Ed Brubaker presenta una historia en la que el monólogo interior de Ellie es el hilo narrativo de la misma, con giro final ya que nada es lo que parece. A pesar de no ser una historia auténticamente de género negro, ya que mezcla una trama amorosa y pasa de puntillas sobre la drogadicción, el thriller está presente en el comic. Brubaker nos va dejando pistas sobre Ellie para desconfiar, ya desde el momento en que su "tío" la ingresa en el centro de desintoxicación le dice: "Es tu única oportunidad", y más adelante ella misma confiesa: "Nunca dije que tuviera un problema con las drogas". La música forma parte importante de la historia, con la idealización que hace Ellie de los músicos que cita a lo largo del comic, como Lou Reed, David Bowie o los citados anteriormente. De todas formas, el desenlace final nos aclara todo y comprendemos en su integridad la trama que desarrolla Brubaker. En cuanto al dibujo de Sean Phillips supera la historia, con su detallado trazo que puede parecer sencillo, pero muy expresivo. Cambia de colorista habitual, Elizabeth Breitweiser, por el coloreado de su hijo Jacob Phillips en tonos pastel (y en grises para los flashbacks) que en un principio puede chocar pero a medida que avanzan las páginas llegas a habituarte. Un historia menor que no por ello deja de ser interesante, que enlazará con el universo de "Criminal" en su nueva serie.
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