Segunda entrega de la miniserie "Batman: Más allá del Caballero Blanco" en el sello DC Black Label que publica en nuestro país ECC, con Batman: Beyond The White Knight #2 USA. Comienza el número con un flashback en el que Terry McGinnis ha capturado al hombre que mató a su padre, pero es detenido por la UAG y conducido ante Derek Powers, el cual le ofrece un trato que no puede rechazar a cambio de información sobre Batman. Al final del primer número, Bruce Wayne ha escapado de Stonegate, encontrando a alguien en quien jamás hubiera pensado: Jack Napier. Bruce piensa que es una alucinación, pero Napier le explica que solo él puede verle ya que es una proyección de un microchip que le colocó dentro de su cabeza durante una pelea en la que estuvo inconsciente. En el cuartel de la UAG, Dick descubre que Jason ha dejado escapar a Bruce de Stonegate, ordenando a Duke que arreste a Todd, respondiendo Duke con su dimisión. Mientras tanto, Bruce con la compañía de Jack Holograma es interceptado por Dick, que intenta arrestarlo pero descubre un punto vulnerable en su traje, derrotandolo. Por otra parte, Powers le muestra a Terry el proyecto en el que trabajaba su padre, un traje como el de Batman, pero necesita otros objetos que hay en la ciudad y que deberá sustraer. La policía de Gotham, con Barbara al frente, ayuda a Dick a recuperarse, teniendo ambos una discusión sobre sus relaciones y la situación en Gotham en la que los criminales han sido detenidos pero la gente de la ciudad está oprimida por el régimen autoritario. Bruce esquiva a las patrullas de vigilancia hasta llegar a uno de sus escondites secretos, una especie de pequeña Batcueva, donde guarda lo necesario para su lucha y se encuentra repentinamente con otra persona de la que sabremos una información relevante.
En este segundo número, Sean Murphy nos muestra el pasado de Terry McGinnis, que va en busca del asesino de su padre y su relación con Derek Powers, mientras que Bruce forma pareja con Jack Napier dando pie a situaciones humorísticas como las que mantenía con Alfred. La implantación del microchip con el que Bruce puede ver a Jack sucedió en la primera miniserie, aunque no sabemos cual fue la razón por la que lo hizo. Veremos el distanciamiento la relación entre Dick y Barbara, ahora rota, y una sorpresa que nos espera al final del número relacionada con Bruce y otro personaje. El dibujo de Murphy es asombroso, no descubrimos nada a estas alturas, con algunas composiciones de página estupendas como la splash en la que Bruce se balancea entre dos edificios con el fondo negro y en medio se ve la ciudad iluminada, o incluso en los momentos más emotivos como el que cierra este número, con la ayuda del coloreado de Dave Stewart con tonos anaranjados.
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