jueves, 2 de mayo de 2013

"Ojo de Halcón: Seis días en la vida de..." por Fraction y Aja

Como bien dice el título de este tomo publicado por Panini, recogiendo los seis primeros números USA de la serie del arquero vengador, "Seis días en la vida de... " nos muestra a Clint Barton en los momentos en que no ejerce en el grupo de Vengadores. Aqui se convierte en un héroe urbano, sin uniforme, intentando evitar que la mafia rusa desahucie a los vecinos de un edificio y este solo será el primero de sus problemas. Seguidamente descubrirá junto a Kate Bishop (la otra Ojo de Halcón) que el Cirque du Nuit pretende robar a los mafiosos de la ciudad, sacando provecho de la ecuación ladrón roba a ladrón. La mafia rusa aparece de nuevo, viéndose envuelto en una persecución automovilística en la que una joven pelirroja es el objetivo, mostrando todo el arsenal de flechas-gadget que Ojo de Halcón posee. Después los agentes de S.H.I.E.L.D. le pedirán que recupere una cinta de video comprometedora para él mismo y para el presidente de los Estados Unidos, desplazándose hasta Madripur donde un elenco de villanos pujará en subasta por la cinta, teniendo Clint que impedir que caiga en otras manos. De vuelta a su hogar, conocerá la relación entre la perlirroja y la mafia rusa, advirtiéndole éstos que no se inmiscuya en sus asuntos con amenazas, estableciendo las bases del siguiente arco argumental. "Vale, esto pinta mal" es la frase recurrente con la que empieza la serie, y que se repite en todos sus números, ofreciendo una visión diferente de la que teníamos hasta el momento de Ojo de Halcón. Matt Fraction nos presenta a un Clint Barton que recibe más palos que una estera, es perseguido, secuestrado, apaleado, y al que le ocurren todas las desgracias posibles. Está claro que es un héroe sin superpoderes, pero nunca había sido llevado hasta el límite, lo que Fraction hace aqui es mostrar también el lado humano de Clint, y especialmente en su relación con Kate Bishop, como la conversación telefónica que mantienen sobre su relación de amistad/amor. De todas formas, la acción está asegurada, con un David Aja en estado de gracia, en el que acerca su estilo al de un Mazzuchelli, simplificando líneas y aplicando el "menos es más". Además, su narrativa es excepcional, la persecución automovilistica está resuelta de manera dinámica, y utiliza recursos similares a Bernard Krigstein, con multitud de pequeñas viñetas en una sola página. Alternando el dibujo de Aja, en los episodios de "La cinta"  se cuenta con otro autor español, Javier Pulido, que realiza un trabajo brillante con su estilo particular.

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