La charla "80 años de Marvel" celebrada ayer en el paraninfo de La Nau en Valencia sirvió para estrenar el Aula de Comic de la Universidad, que estará dirigida por Álvaro Pons (que actuó como moderador) y contó con la participación de Carlos Pacheco, Rafa Fonteriz y Pasqual Ferry. Pons presentó a los tres autores, que han trabajado para Marvel, con un breve repaso a su trayectoria y a continuación comenzó por los orígenes de Marvel, cuando era Timely Comics y comienza a publicar superhéroes. Pacheco comenta que retoma el pulp de la época y nace el superhéroe, rellenando un contenido barato para el editor con autores jovenes sin experiencia, no como a los de sindicación que se les exigía un nivel. La aparición de Superman es un trampolin para el resto de superhéroes que llegaron después y ahí arranca el comic de superhéroes. Fonteriz añade que Superman marca lo que es el superhéroe, acompañado de Batman que es el heredero del pulp y lo venden como el mejor detective del mundo. Partiendo de dos tipos distintos, convergen en algún momento. Para Ferry producen un elemento subterráneo que es mágico, como la superfuerza de Superman, buscando su lado humano. Batman busca su lado oscuro, la doble personalidad. Pacheco apunta que Batman y Superman son como las versiones de La Sombra y Doc Savage, recolecta elementos dispersos y los introduce en ese universo de cuatricromia para un público ávido. Una vez encontrada la fórmula, la industria creaba más y más personajes, cada autor marca la diferencia con el resto, por ejemplo William Moulton al crear a Wonder Woman no tenía los referentes que Simon y Kirby para Captain America. Pons comenta que el boom del comic en los años 40 declina en los 50, hasta casi desaparecer, el comic romántico se combina con el de terror y se instaura el Comics Code. Para Ferry, después de descubrir la veta, el resto copió a los superhéroes hasta agotarse, y Stan Lee introdujo una novedad a lo que ya abundaba, acercarse a la generación de aquel momento creando un nuevo status del superhéroe. Fonteriz lo compara con el cine, se hace una mezcla de géneros que marca una tendencia, un paralelismo con Marvel. La resurrección del superhéroe según dice Pacheco, comienza en la revista Showcase de DC, con los personajes antiguos con nuevas identidades. Marvel hizo lo mismo cuando Martin Goodman le encargó a Stan Lee la tarea, y es cuando nace la nueva Marvel Comics con Fantastic Four. Hay dos puntos que destaca, el superpoder como maldición, en el caso de La Cosa, y el del quinceañero como héroe con el que se identifican los jovenes como fórmula. Añade Pons el concepto de fragilidad del superhéroe, que fue la base, a lo que Fonteriz comenta que les enganchaba Peter Parker con el que se identificaba, no Spiderman. Le sorprendía que a pesar de tener sus poderes, no le rompía la cara a Flash Thompson y se quedaba con la chica, lo que le mueve es la muerte de su tio.
Según Pons, la creación del universo compartido fue idea de Stan Lee, así como las redes sociales en aquellos años, conectando con el lector. Pacheco dice que era habitual en los 60 el personalizar la industria, haciendo partícipe de todo al lector. En la década de los 90, Frank Miller con Dark Knight y Alan Moore con Watchmen cambian la concepción del superhéroe según Pons, es un relanzamiento del género pero explota en el sentido comercial. Para Fonteriz Moore lo cambia en Miracleman, un análisis del género de superhéroes, y también en la primera miniserie de Marshall Law, una parodia, introduciendo elementos de autocrítica. Exploraba la naturaleza humana del superhéroe, haciendo reflexiones detrás de la obra. Para Ferry transforma el género, al nacer Image es algo poco novedoso y se estabiliza un éxito, se aprovecha hasta el límite hasta que surge algo nuevo. Pons comenta que el punto de inflexión es la película de X-Men en el año 2000, donde es creíble el superhéroe. Según Pacheco, en los años 80 comenzó a publicitarse en las páginas centrales de los comics la tienda Mile High Comics, con su lista de comics y precios provocando el mercado de coleccionista, que genera el estallido comercial en los 90, lo que fue una burbuja y todo iba encaminado a hacer creer al lector que eran valiosos esos comics. A partir de Watchmen se dan dos tipos de lectores: el freak y otro más intelectual atraído por esas obras, dos líneas diferentes. Para Pons es innegable el trasvase del género, del papel a la pantalla, pero hay muchos más espectadores que lectores de comic. Fonteriz comenta que ahora puede que acabe como el western, han conseguido vender los superhéroes en el cine como gran atracción pero lo han desprovisto de lo que es el comic. Las películas tienen una estructura definida, presentación, nudo y desenlace, pero el final siempre es el mismo con una pelea de dos horas.
Pregunta Pons por los condicionantes de las películas a la hora de trabajar en los comics, respondiendo Pacheco que "La vida de la Capitana Marvel" traiciona la historia de Carol Danvers, lo que ocurre en el comic contradice lo anterior que conocíamos. Lo que lidera ahora es la pantalla grande, si hay que hacer cambios se hacen, ajustar el personaje a los fans antes de estrenarse la película. Las nuevas series como "La imbatible Chica Ardilla" son para los lectores actuales, según comenta Pons, respondiendo Ferry que puede seducir a las nuevas generaciones, lo que importa es lo que les gusta y lo que no, no la historia. Para Pacheco las necesidades del lector de hoy en día son distintas a las de los lectores de los 60, 70 80 y 90. Hoy en día la crítica norteamericana lee todo tipo de tebeos, no como antes que Blueberry, por ejemplo, nunca triunfó en Estados Unidos. Pons pregunta cómo afecta la comunicación directa a través de redes sociales del autor con el lector, a lo que Fonteriz responde que lo mejor es no leer nada. Hoy en día cada uno dice lo que quiere, tampoco vas a discutir con todos y hay que tomarlo con mucha frialdad. Ferry antes recibía cartas filtradas por la editorial, pero con Internet para un trabajador del medio no era justo que alguien le dijera que no le gusta su trabajo. Gente que antes decía que era basura humana ahora lo ensalza. Pacheco comentó que se lo pasa genial en Facebook y piensa que la posibilidad de conectar tanto con creadores como aficionados le parece genial. Considera importante el hecho de hacer lo que hace, ya que es consecuencia de todo lo que ha vivido y ha leído. Tras hora y media se dio por finalizada la charla, anunciando muy pronto próximas actividades en el Aula de Comic.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario