Un año después de su publicación original en Image Comics, aparece editado por Panini Comics en nuestro país "Pulp" de Ed Brubaker y Sean Phillips, no sin haber sufrido un retraso de un par de meses conforme a su anunciada fecha de salida. Ahora ya en nuestras manos, hemos disfrutado de una novela gráfica unitaria, centrada en los años 30 en Max Winters, un escritor de novelas del Oeste, ya de avanzada edad. Los protagonistas de sus novelas, Red River Kid y Heck Randal, se inspiran en él mismo y su compañero en 1899, narrando las aventuras de dos pistoleros. Max malvive de su trabajo siempre agobiado por su editor, quien le rebaja el sueldo de acuerdo a sus superiores por las bajas ventas debido a la competencia entre revistas pulp. Al salir del trabajo se dirige al metro donde es testigo de una pelea entre dos jovenes que atemorizan a un judío. Max sale en defensa del joven judio recibiendo una paliza de los otros dos tipos que le roban el sueldo, lo que le provoca un infarto, trasladándolo al hospital donde se recupera. De vuelta a casa le espera su mujer Rosa, contándole lo ocurrido y al necesitar el dinero escribe otras historias para las revistas. Al dia siguiente se las presenta al editor pero le dice que no las necesita ya que tiene otras historias escritas por su sobrino, al que le paga la mitad que a Max, y de nuevo siente el ahogo de un infarto, pero se recupera pronto. Junto a su esposa, se dirigen al cine y en el noticiero aparece Hitler, cuyas tropas se hallan en la frontera con Checoslovaquia, comentando Rosa que hay simpatizantes nazis en Nueva York. Max sale al lavabo a refrescarse, cuando ve el traslado de la recaudación del cine en un furgón. Al estar necesitado de dinero, traza un plan para robar la recaudación, como en los viejos tiempos del Oeste. Cuando va a cometer el atraco, es detenido por un tipo llamado Jeremiah Goldman, a quien no conoce pero resulta ser un agente de Pinkerton que lo habia perseguido hace cuarenta años. Al ver sus intenciones, Goldman le propone otro plan: asaltar la sede de los nazis en la ciudad y llevarse el dinero que envían a Alemania para apoyar a Hitler. Aprovechando una manifestación organizada por los nazis, atracan la sede que se encontraba con poco personal, pero Goldman tiene otro propósito cuando se lleva el contenido de la caja fuerte.
La historia de Ed Brubaker sigue su habitual contenido de género negro y pulp al que nos tiene acostumbrados, y al ser una novela gráfica independiente, se puede disfrutar de principio a fin sin preocuparse de relacionarse con otros de sus trabajos. Parece que los personajes de Brubaker no puedan tener un final feliz, como vemos en el giro argumental del final sin revelar nada más. Por lo que respecta a Sean Phillips, su dibujo y narrativa sigue siendo excelente, y parece que le tenía ganas a dibujar una historia del Oeste, por lo que mezcla el noir de los años 30 con el pulp de las historias de pistoleros. No hay muchas escenas de acción, pero las conversaciones entre los personajes están muy bien resueltas. La diferencia entre las escenas las marca el coloreado de Jacob Phillips, con el tono grisáceo de los años 30 y los colores planos de los flashbacks en tonos anaranjados en el Oeste como en las revistas pulp, con un color que ocupa toda la viñeta (con un marcado carácter cinematográfico) a excepción de la camisa de Red River Kid, siempre en rojo. Nos encontramos ante otro excelente trabajo de Brubaker y Phillips, un tandem perfecto para este tipo de historias como llevan demostrando desde hace años.
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