Llegamos al último número de la colección "All-Star Batman", el quince, publicada en España por ECC con la conclusión de "El primer aliado" que recoge All-Star Batman #14 USA. Tras herir el misterioso enmascarado a Batman en el número anterior, Briar huye en un avión capturando al Hombre Murciélago, pero es interceptado por Alfred que ha pedido ayuda a los piratas de Miami, derribando el avión de Briar. Entre los restos Alfred encuentra a Batman, pero también han sobrevivido Briar y Némesis, el asesino enmascarado, entrenado para ser el mejor, sin puntos débiles y descubriendo su verdadera identidad al despojarse del casco. En los flashbacks vemos cómo Alfred estuvo a punto de ser ese asesino implacable durante el entrenamiento llevado a cabo por Briar, pero renunció a serlo al conocer los planes que Briar tenía preparados para convertir a Alfred en esa arma letal. La pelea final entre Batman, Alfred, Briar y Némesis nos dejará un desenlace inesperado.
Además de acción, Scott Snyder nos ofrece unas pinceladas dramáticas, en la relación padre e hijo que Alfred lleva sobre Bruce, o con Briar, al que consideraba como un padre. Los piratas están presentes, recuperando a los piratas de Miami como refuerzos de Alfred. Las escenas de acción a cargo de Rafael Albuquerque están bien resueltas, son enérgicas, manteniendo el tono de la historia en torno a los piratas, con el coloreado de Jordie Bellaire y su buen gusto habitual.
Por otra parte, el complemento "Asesinos políticos" también finaliza, con Batman interceptando un buque en Moscú con el cargamento de armas destinado a Gotham. También surge un secreto del pasado entre Myasnik y su hija Vik, que tendrá un desenlace trágico mientras Batman se ocupa del cargamento de armas. El guión de Rafael Albuquerque y Rafael Scavone cierra el círculo enlazando la historia del complemento con la historia principal de "El primer aliado" de manera sutil, todo ello en la escena final. Sebastian Fiumara entrega un final intenso, con acción y explosiones, además de su trazo detallado, coloreado a la perfección por Trish Mulvihill. Un buen final para una colección que ha mantenido el interés en toda su andadura.
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